domingo, 30 de septiembre de 2012

La alcoba de la luna...



Si alguien te mira directamente a los ojos...creando una atracción invisible que te conecta...entonces no está simplemente mirándote...
Está mirando tu alma.



Las alcobas de la Luna


La leyenda cuenta que cuando hay eclipse es porque el sol se escapa a la alcoba de la luna para estar con ella y acompañarla en su soledad y debes en cuando la luna hace lo mismo complementándose así con el sol hasta ser uno solo, si durante este proceso dos personas enamoradas miran al cielo quedaran juntos para toda la vida.


El Sol y la Luna
Una historia de amor


Antes de que existiría el mundo tal y como lo conocemos hoy en día...se vivió una hermosa historia de amor.
Todo comenzó con un joven de largo pelo dorado que montaba a caballo en las oscuras noches
Una noche observo a lo lejos a una hermosa mujer de blanca piel,y hermosa sonrisa
Ella lo miraba con sus lindos ojos negros...quedando el hechizado e inmóvil ante irresistible belleza.

Fue entonces cuando el sol y la luna se apasionaron sintiendo un mismo sentimiento...quedando los dos completamente enamorados...
A partir de ese momento los dos comenzaron a vivir un gran amor...
Es to sucedió cuando solo existía una absoluta oscuridad en el mundo...creándose entonces el sol dándole un toque de luz y brillo al mundo...llamándose día en las horas que le daba su luz...

Pero algo faltaba en ese poseso de tiempo que el sol desaparecía quedando de nuevo el mundo a oscuras...
Por lo que se llego a crear la Luna que iluminaria esa parte oscura...la que paso a llamarse la noche...
Quedando de esta manera los dos separados sin saber el uno del otro de sus existencia...
Fue cuando en un primer eclipse se llegaron a conocer...desconociendo que tan solo se trataba de un lapso de tiempo...estando condenados a vivir separados...

Ya la vida los creo con un único objetivo...el que el Sol iluminaria el día y la Luna la noche...

A los dos les invadió una gran tristeza a lo que su amado Sol que con tristeza le prometió jurándole no dejarla nunca sola...por lo que su amado Sol siempre la ofrecía con su luz para que jamas dejara de brillar...a pesar de ello ella se sentía angustiada y triste al no permanecer unido a el..
Entonces una voz le llego a la Luna...la que le explico lo siguiente...
No te sientas triste Luna...tu seras la reina de las noches... iluminas las noches con el brillo de tu luz...alumbrando a los caminantes por  los senderos de de la noche...marcaras el ciclo de las aguas
Inspiraras a muchas personas creando grandes y hermosas poesías donde tu seras protagonista en muchas de ellas...
Enamoraras a muchas personas...encantaras a los enamorados con tu presencia...

Y en cuanto a tu amado Sol...Saldra todos los dias muy temprano ofrecerá su radiante luz al día...dándole a todos los seres del mundo su calor...siendo básico y fuente de energia en la vida de todos ellos y en la del propio planeta...
Viviendo felices bajo vuestra presencia...

Ella a pesar de la explicación...no dejaba de llorar por tan terrible separación del Sol...sintiéndose tan sola todas las noches...
El Sol que lo escucho todo quedo muy apenado... deicidio hablar con la creación rogándole que ayudara a la Luna aliviando de alguna manera su dolor...

La creación con toda bondad y sabiduría accedió a la comprensible petición del Sol...
Creándose entonces las estrellas para hacerle siempre compañía...
Desde entonces viven a sin...el Sol fingiendo que es feliz y la Luna sin poder disimular su tristeza...
Ella con su fragilidad para soportar mejor su dolor en las tiniebla de su añoranza... recure a las estrellas que siempre las acompaña llenándolas de consuelo...

Mientras el Sol en solitario sigue con pasión su camino a la espera de su encuentro uniéndolos de nuevo en ese breve espacio de tiempo...
Posiblemente fuese que la creación decidió que ningún amor fuese del todo imposible en el mundo...
Ellos viven amándose esperando el instante...ese extraño momento que la creación les concedió...siendo el eclipse una imagen de lo que las cosas llegan a costar cuando se llega a desear...
Cuando miremos al cielo y observemos que el Solo la cubre...es por que se se abraza a ella...llenándose los dos de Amor...
Nota...
Esta leyenda esta inspirada de otras existentes versiónes...yo le di mi toque personal  dandole estas pinceladas palabras...
Sin animo de protagonismo alguno...ya que fue gracias a esas otras verciones...
Por lo que no la firmo como algo propio al cien x cien...siendo de todos un poco...
Se dice que no todas las palabras son de uno... ni que dejan de serlo desde el momento que las llegas a sentir...formando a ser parte de ti...
Saludos!!!...Rafa.



Existe una leyenda corta, que cuenta que entre la luna y el lobo, hay un vínculo mucho más poderoso y mágico del que cualquier ser humano en la Tierra se pueda imaginar.


Había una vez un apuesto lobo que era considerado como el más apuesto de toda la manada, todas las lobas se sentían muy atraídas por él y era la envidia de muchos de los lobos de la manada.
A pesar de ser tan admirado y tan envidiado, el lobo no era feliz porque no podía reunirse con su amada luna, él siempre quiso enamorar a la luna y mostrarle todo lo que sentía por ella, era un amor imposible para muchos y la burla de otros.
Un día el lobo se cansó de ser la burla y de que todos le dijeran que su amor por la luna era imposible, él quería encontrar una forma para llegar hasta su amada y estar con ella eternamente, una noche decidió escapar de la manada y corrió hasta la montaña más alta, allí empezó un camino muy largo para llegar a la cima en donde por fin vería de cerca a su enamorada.
El lobo pasó muchos días haciendo un gran recorrido por toda la montaña hasta que por fin logró llegar a la cima; él muy cansado espero hasta la noche en donde la luna llena brillaría con todo su esplendor y belleza. Ese mismo día la Luna como era de esperarse, se asomó y como siempre lo enamoró.
Esa noche la manada observó desde la parte baja de la montaña como su amigo lobo daba un gran salto que se reflejó en la belleza de la luna; desde esa noche ninguno volvió a ver al lobo y todos sentían la necesidad de aullar cada vez que había luna llena; el lobo se reunió con su amada e hizo su sueño realidad, desde entonces todos los lobos admiran la luna y en ella ven ese amor que creían imposible.


El hijo de la Luna. 
Hace mucho, mucho tiempo, la Luna nunca se mostraba de noche, las noches en ese tiempo, eran tan oscuras como la nada.
Entonces un día, en un lejano país, ocurrió algo que cambio todo.

Una mujer pedía al cielo que le traiga de regresó al hombre que ella amaba, quién, había partido rumbo a la guerra.

Lloró todas las noches frente al mar, esperando que algún Dios se compareciera de ella, e hiciera caso a su petición.
Pero nadie respondía a sus suplicas, a veces los dioses suelen ser algo egoístas con los humanos.
Cuando ella se resignó a su mala suerte, alguien a su llamado respondió.
– Tendrás a tu hombre, aquel valiente caballero, de ojos verdes, hermosa cabellera rubia, y piel tan blanca como las nubes – le dijo la Luna a la mujer.
Ella muy emocionada, no tardó en agradecer, a su benefactora.
Pero entonces la Luna dijo
– A cambió de cumplir tu deseo, quiero que me des algo muy tuyo.
La mujer muy perturbada le respondió
– Pero ahora, todo lo que tengo es de mi amado.
– Entonces quiero a tu primer hijo… Le dijo la Luna desde el cielo.
La mujer muy feliz por saber que pronto tendría a su amado juntó a ella, le dijo que sí, sin importarle regalar a su propia sangre y carne, fruto de su gran amor por su amado.
La Luna, muy decepcionada por la respuesta de la mujer, aceptó pensando en el futuro que le esperaría aquel niño, que ni había nacido, y su madre le regalaba a cambio del amor de un hombre.
Muy dentro de ella, pensaba que podría ser una mejor madre que la mujer.
Después de todo estar todo el tiempo ahí arriba, era muy solitario, pensaba la Luna.
Todos los astros del cielo, se preguntaban, ¿Cuáles eran las intenciones de la Luna, para criar a un niño, de carne y hueso?
Pasó muy poco tiempo, y el valiente caballero, regresó a los brazos de su amada, sin saber el trato que esta había hecho, para su retorno seguro.
De padre rubio, de ojos verdes, y piel muy blanca, nació este niño, teniendo como madre, a la más hermosa de las mujeres del mundo, quien tenía ojos del color del cielo, y un cabello tan dorado como el sol, cuya piel era tan blanca como las nubes, a esta mujer le nació un niño, de piel no negra, sino canela, tan canela como el color de la tierra, tan canela como el tronco de un árbol.
Con ojos cafés oscuros, en vez de verdes o azules como sus padres, su cabello era de un color negro, como la noche.
No rubio como el Sol.
El esposo pensó, que su mujer le había engañado, y cuando preguntó por el padre de este niño.
La madre solo atinó a echarle la culpa a la Luna, diciendo que le había engañado.
Que ella era la culpable de tal desgracia.
Los padres de aquel niño, maldijeron su tan mala suerte, y no entendiendo la rareza de esta criatura, decidieron matarlo.
Antes de entregar este niño a la Luna, ellos matarían al niño.
Así que aprovechando la luz del Sol, fueron al lugar más alto que conocían, y desde ahí arrojaron a este niño al vacío.
Cuando la Luna vino donde la mujer, ella le preguntó por el niño.
La Luna esperaba que la mujer peleara por su hijo, muy en el fondo, ella pensaba que el niño estaría mejor con su verdadera madre.

Pero la mujer le respondió
– La vida del niño es del vacío, se lo entregamos al vacío.
La Luna muy triste por el destino de aquella criatura tan pura, se retiró a lo más profundo del cielo.
El Sol, quien había sido testigo de todo, estaba muy conmovido por el destino del niño, así que decidió intervenir, y bajo a la tierra, tomo un poco de tierra entre sus dedos, el cuál esparció sobre el cuerpo del niño, y con un soplo de él, el niño volvió a la vida.
Y cuando la Luna escuchó los llantos de este niño, por primera vez mostró su rostro completo en la tierra, por primera vez la noche no fue tan oscura.
Pero cuando quiso llevarse al niño con ella, el Sol le dijo
– Si él abandona la tierra morirá de seguro, puedes cuidarlo desde donde estás, y siempre ver por él.
– En el día, bajarás hasta la tierra y en la noche deberás regresar al cielo. Yo te daré las noches – le dijo el Sol.
La Luna muy feliz, por tener a alguien quien le acompañe en su soledad, aceptó la propuesta del Sol, por fin no estaría tan sola, este tenía que ser el mejor día de su vida.
Desde ese momento el niño se convirtió en el hijo de la Luna.
En las noches en que hay Luna llena, es porque aquel niño llama a su madre.
Y cuando ella desaparece del cielo, es porque baja a la tierra para abrazar a su hijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario