sábado, 9 de mayo de 2009

El Árbol








El Árbol
  

Ha pasado un año...
Ha pasado un año, en él han sucedido muchas cosas. 
Algunas sin importancia, que olvidaremos; otras, sin importancia aparente que, a lo mejor, en algún momento, volverán a nuestro consciente y nos daremos cuenta que sí fueron importantes para nosotros. 

Han vuelto a pasar, como a lo largo de todos los años, cosas que nos han dolido: 

Quizás porque nos sentimos ofendidos o porque nos dejamos algo de nosotros en ellas. 
Nos dolió las cosas que perdió nuestro cuerpo; quizás un trozo, digámoslo así, de juventud.

También nuestro corazón sintió, a lo mejor, que se le perdía algo.
Algo que no va a volver.

Como quizás nos ha pasado en muchas otras ocasiones a lo largo de nuestra vida. 
También a nuestro alrededor hemos visto pérdidas y sufrimientos y nosotros, a lo mejor, hemos contribuido, de alguna manera, y también de nuestro alrededor han surgido hechos que nos han herido.


Hemos perdido cosas, hemos sufrido en numerosas ocasiones. 
Hemos visto eso mismo fuera de nosotros tanto cerca como lejos; en otras partes del mundo.

Pero también hemos tenido algunos momentos dignos de ser tenidos en cuenta por lo que nos aportaron y quizás este año nos hemos dado cuenta de algo nuevo.

Algo que no sabíamos y con lo que no contábamos y que ahora forma parte de nosotros.
Quizás, muchas veces, nos hemos preguntado por el sentido de la vida. Quizás sea ese descubrir que no se acaba nunca.




Quizás sea ese andar sin saber lo que nos vamos a encontrar, pero que si estás alerta, sí que vemos que ocurre. Parece que es un tiempo en que las cosas no paran de encontrarse. Quizás la reflexión anual tendría que ser mensual o semanal o diaria.

Estar alerta quiere decir ver lo que ocurre; estar alerta es la única manera de no perder la vida y de demostrarle respeto y de dar las gracias.

Estar alerta es simplemente estar despierto. Estar, ver y sentir. 
Quizás así podamos darnos cuenta de que ese es el sentido, el camino y el logro último. Estar, ver y sentir sin juicios previos, sin apegarse a lo pasado para poder ver el instante siguiente.


A pesar de todo hay alguien que ha visto y sentido todos los cambios, los momentos exuberantes, los tristes, los miedos y prepotencias; alguien ha visto y sentido los diferentes estados por donde ha pasado nuestro cuerpo desde la infancia hasta este mismo día.

Alguien ha visto, ve y verá todo lo que acontece.
Es esa parte nuestra que nos es tan familiar y que seguirá viendo todo lo que nos pasa como testigo inmutable y sin juicio que es, y todo lo que nos pasa a su vez nos lo irá descubriendo. 
Nos va descubriendo.

Diciembre 2002


Xavier Jiménez



 

  Te deseo...

  " Te deseo primero que ames y que amando, también seas amado(a).

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. 

Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar. 


Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles,

y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.
Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. 

Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.



Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.
Y que en los momentos malos, cuando no quede mas nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia,sirvas de ejemplo a otros.



Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa,y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,y que siendo viejo no te dediques al desespero.

Porque cada edad tiene su placer y su dolor, y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste. no todo el año, sino apenas un día.

Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.


Te deseo que descubras,con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo,que existen, y que te rodean, seres oprimidos,tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato,alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero seguir triunfante su canto matinal,porque de esta manera, te sentirás bien por nada.



Deseo también que plantes una semilla,por mas minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol.Te deseo, además, que tengas dinero,porque es necesario ser práctico.

Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:"Esto es mío", sólo para que quede claro quién es el dueño de quien.



Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte, y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente,y que cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo mas nada que desearte." 

Poema de Victor Hugo
(siglo XIX)



Somos auténticamente libres al expresar la verdad, según la entendemos y sentimos.

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