miércoles, 13 de mayo de 2009

El Jardin del alma


La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla.


Alma que vas huyendo de ti misma,
¿qué buscas, insensata, en las demás?
Si secó en ti la fuente del consuelo,
secas todas las fuentes has de hallar.
¡Que hay en el cielo estrellas todavía,
y hay en la tierra flores perfumadas!
¡Sí!... Mas no son ya aquellas
que tú amaste y te amaron, desdichada.


Rosalia de Castro




Por los senderos del Jardín del Alma podrás ver las flores que brotan del corazón enamorado y escuchar el canto de las aves doradas de la inspiración.

En sus rincones secretos, podrás entregarte al gozo silencioso del espíritu inmortal y embriagarte con el perfume de las hierbas aromáticas del alma.




Dentro de esos pilares de gas infinitos nacen las estrellas, mientras el resplandor de sus incandescentes entrañas llega a atravesar la oscura superficie de la nube.

Es una imagen más de ese abrumador y majestuoso Universo que nos da la vida, un atisbo de un Cosmos que, por inteligentes que seamos, no alcanzamos a comprender en su inabarcable Inteligencia.

En definitiva, una lección de humildad para el que observa la Vida desde el corazón.




Las joyas pueden ser desproporcionadamente caras, que bien pueden tener el valor de varias casas.

Y ésta es la razón por la cual las joyas no son esenciales para el mantenimiento de la vida. Una morada, por otra parte, es bastante más necesaria y, por tanto, considerablemente más barata que las mejores alhajas.

La ropa, siendo aún más necesaria, es aún más barata.
La comida, siendo algo esencial, es aún más barata que la ropa.

El agua es aún más necesaria para la vida, y por tanto cuesta aún menos que la comida.
Y lo que nos resulta totalmente gratis es lo más esencial de todo: el aire que respiramos.


Esta simple guía nos ofrece una pauta importante.
Mucha gente se pasa años y años errando por el mundo, buscando la felicidad y la realización.
Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.


Pero quizás están buscando en lugares equivocados.

El esquivo premio se halla en lo más sencillo y barato: alguien a quien amar, alguien con quien compartir la vida, alguien a quien cuidar, alguien a quien ayudar a soportar los momentos dolorosos de la vida y alguien en quien creer.




No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. 
No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos.


La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, 
el ensayo de un camino, el boceto de un sendero.




Tú, que no sé quién eres; tú, que lees estos versos míos que tienen ya cien años, oye:
No puedo ofrecerte una sola flor de todo el tesoro de la primavera, ni una sola luz de estas nubes de oro.
Pero abre tus puertas y mira; y coje, entre la flor de tu jardín, el recuerdo oloroso de las flores que hace cien años murieron.




¡Y ojalá puedas sentir en la alegría de tu corazón la alegría viva que esta mañana de abril te mando, a través de cien años, cantando dichosa!



“...y trataré de exprimir algunas gotas de dulzura de mi temor y mi tristeza.
Después escucharé el viento y la lluvia. 
Lucharé contra los latidos de mi corazón, desearé la muerte, temeré la muerte, imploraré a Dios. 
Hasta que pase todo, hasta que la desesperación se fatigue, hasta que consiga algo parecido al sueño y al consuelo.
Así era entonces, así seguirá siendo hasta que llegue el fin.


Rabindranaz Tagore




La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero.




Una y otra vez tendré que pagar con estos días mi vida hermosa y amada. 
Una y otra vez volverán estos días y noches, el miedo, el hastío, la desesperación.
Y aún así viviré, y aún así amaré la vida".

Herman Hesse 
"Tiempos Lluviosos"



La muerte pone fin a la angustia de la vida.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte… 
Así tiembla un corazón ante el amor, como si sintiera la amenaza de su fin. 
Porque allí donde despierta el amor, muere el Yo, el oscuro déspota..



Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.




No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.

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