miércoles, 1 de mayo de 2019

Pasear y sentir


 




Pasear y sentir, ver y vivir, sin prisas,descubriendo todo aquello que el tiempo y la velocidad en que vivimos no nos deja ver. Andando solo o en grupo, con silencios llenos de palabras,conversando con la naturaleza.
¿Ves aquel camino? El ganado que pace, las antiguas carboneras, las vistas panorámicas, y este volcán colmado de vegetación.
El entorno se mueve a nuestra velocidad, los sentidos se agudizan. 
Percibes el latido de tu corazón y el roce de tus zapatos mientras vas pisando, las piedras del camino. Es el placer de caminar por bosques y caminos.
Observa aquel pájaro, mira cómo este árbol empieza a florecer, 





siente el susurro del viento,palpa la rugosa corteza del roble viejo 
¿Qué me dices del olor a hierba segada, aún reciente,de aquella labranza...
? Vivimos tiempos de frágil equilibrio, el planeta se nos va quedando pequeño.
Escombros, contaminación, deforestación.
Habrás leído más de mil veces mensajes de protección del medio natural.
El respeto a la naturaleza no es un conjunto de prohibiciones que debemos seguir, es una actitud de cambio profundo en tus hábitos.
Conocer es amar.
Conocer mejor para amar más. El románico de paredes seculares y ábsides como nacidos de la tierra. 








 De luz sugerente y acogedora en su interior. 
 Detén el tiempo y vive momentos de paz cuando el sol proyecta sombras y volúmenes en la ermita de montaña que, como un regalo, encuentras en medio del camino. 

Aquel rincón del barrio antiguo, de verde húmedo y paredes gruesas en donde el tiempo vive de antaño. Las piedras, con su lenguaje callado, pueden hablarte de muchas cosas, habla con los ancianos de este paraje, son fuentes de cultura. 





 La comarca te sugerirá mil sensaciones. 
 Para recordar aquel paisaje, y revivir aquellos momentos píntalo, fotografíalo o fílmalo en vídeo.

No hace falta ser un experto fotógrafo o un conocido pintor, detrás del clic de la cámara o en el color de tus pinceles se esconde tu sentimiento, eso es lo que importa. 

 Colores y muchos metros de ropa, una lengua de fuego, calentamos el aire. La sombra ligera y redondeada se desliza en una alfombra de bosques y prados. 






 Tocando el cielo, como si buscáramos puerto en tierra, nuestros ojos buscan reconocer ese pueblo, esa montaña.
Una brisa ligera y suave te acaricia el rostro.

Lo bello es el esplendor de la verdad.

La Belleza es la profunda expresión de realidad que satisface nuestros corazones, sin otro género de seducción que el de su propio valer supremo. 
 Aunque supiera que el mundo se va a acabar mañana,yo hoy aún plantaría un árbol.




Cuando era joven,la vida me parecía maravillosa,era hermosa, mágica.
Y todos los pájaros en los árboles cantaban felizmente.
Alegres y juguetones, me miraban.
Pero luego, me mandaron fuera... Para aprender a ser sensato,Lógico, responsable, práctico.
Me enseñaron un mundo...donde podía mostrarme digno de confianza, 
Hay momentos cuando todo el mundo duerme.
En que las preguntas se vuelven demasiado profundas.
Para un hombre tan sencillo como yo.
 ¿Quieres decirme, por favor, lo que hemos aprendido? 
Cuando era joven La vida era condenadamente maravillosa.





Toda la naturaleza es nuestra maestra:
 Desde la flor más delicada hasta el árbol más frondoso; 




desde la laboriosa hormiga hasta la imperiosa águila que surca el cielo, desde la montaña más elevada hasta las profundidades del mar, nos enseñan sus secretos de vida. 

Estamos unidos con este planeta y todos sus elementos nos transmite su sabiduría para saber como funciona la vida y los cambios que tienen lugar en el interior y exterior de cada uno de nosotros. 

Tenemos que aprender a observar con detenimiento cada aspecto de la naturaleza, desde la pequeña semilla que brota, el robusto árbol que nos da sombra, la capacidad de tenacidad del animal felino para acechar y cazar a su presa. En todos estos ciclos podemos sentir la armonía y el estar totalmente presentes.

 La intuición es la facultad de conocer algo no sólo con la mente, sino también con el corazón, el cuerpo y el espíritu. 
A través de la intuición podemos acceder a los reinos del conocimiento. Podemos darnos cuenta que los árboles están aquí para enseñarnos a ser estables en nuestro interior con su forma de arraigar en el suelo y así soportar los vendavales de viento que cruzan por entre sus ramas.





 El mar nos enseña a celebrar los ciclos de los cambios que hay en la vida y nos recuerda que todo está siempre cambiando, igualmente nos enseña a no ser ansiosos, demasiado codiciosos o impacientes, porque todo viene a su tiempo, y sus aguas al llegar a la playa nos enseña a ser abiertos, indiferentes, ya que siempre está aguardando el regalo del mar en sus arenas. 

El gato, nos enseña a ser independientes al dejarte claro que sabe muy bien lo que quiere.





El perro, nos enseña el amor incondicional, a ser leales




Un pájaro, te enseña a mirar las cosas desde otra perspectiva, te dice que te eleves por encima de las circunstancias.







 Las abejas, el orden y la disciplina y el trabajo en equipo.





 La imagen de un venado, te puede impresionar porque estás viendo a la dulzura de la propia naturaleza.
Y así tú puedes recibir e interpretar todas las señales que pueden cruzarse en tu retiro con la naturaleza. 
 Mantener una relación con el mundo natural nos permite equilibrar nuestra ajetreada vida con los regalos que nos ofrece.
Por tanto que importante es aprender a reservarnos un tiempo para unirnos con la armonía que nos ofrece este mundo natural, haciéndonos un  regalo maravilloso. 






En contacto con la naturaleza podremos tener un relajamiento porque entramos en contacto con otro paisaje, allí sentiremos la suavidad de la hierba, y al pasearnos durante unos minutos contemplando el verdor de las plantas, el diseño de las flores, la estructura de las hojas, el vuelo de las aves, la marcha incesante de los insectos, sin darnos cuenta somos otros, estamos en otra realidad.

 Aprender de la naturaleza es como penetrar en un misterio que te habla en un idioma que no es tu lengua natal. Te conviertes en el visitante de una tierra desconocida, de la cual debes aprender a ser sumamente observador, para entender el mensaje que el lugar te transmite de manera silenciosa y directa.
Cuanto más tiempo pases en contacto con la naturaleza, más te sorprenderás el ver la perfección con la que encaja todo cuanto hay en ella. 






Algunos lugares desbordan una profunda paz interior.
 El propio paisaje es pura ternura...surge automáticamente en nosotros una sensación de seguridad y pertenencia, de ser acogidos y sostenidos por el poder de la naturaleza y poco a poco nos vamos arraigando a respetarle y protegerlo, ya que ellos nos entregan muchas vivencias y sabidurías para nuestro bienestar.




En ocasiones son lugares energéticos que hacen bien a las personas que lo visitan. Irradian algo muy determinado.
No sabemos a qué se debe, pero son lugares que nos interpelan directamente, que nos transmiten la sensación de estar rodeados de algo más poderoso que nosotros.
Es interesante pasear por estos sitios que nos suscitan un sentimiento intenso, ya que pertenece al ámbito de lo inefable, es decir que no podemos explicar con palabras lo que nos sucede.
Son momentos de intensa plenitud...Se adueña de todo nuestro ser.





Allí está presente el alma de la naturaleza que se funde con nosotros.
 El bosque nos infunde la sensación de estar protegidos.
Cuando nos hallamos dentro de un bosque entramos en contacto con ámbitos de nuestro inconsciente que, de otro modo, no percibiríamos.





 Algunos árboles nos da la sensación de una fragancia que nos penetra hasta lo más profundo, otros árboles por su corpulencia nos hacen partícipes de la fuerza que ellos poseen. Pero el bosque, sea cual sea, siempre nos lleva a sentirnos protegidos, siempre nos permiten participar en su misterio, en su quietud, pero también en su profundidad y extensión.
Así volveremos a experimentar los sonidos, los olores, el misterio que encierra y veremos como ningún ruido nos molestará sintiendo en calma y envolviéndonos de felicidad y fascinación por la vida.





Sentarse a la orilla de un lago, de un río, en la playa del mar.
Allí podemos pasar horas sentados escuchando
la sinfonía del agua que fluye serenamente.
Con su distintivo poder de fascinación


¿Que tiene el agua que le hace tan sedante?

Cuando nos sentamos a la orilla de un lago y lo contemplamos, entramos en contacto con nuestra alma.




Contemplar el movimiento del agua, el sonido que provoca, enseguida nos viene esa virtud sedante.
es fascinante porque es blanda, flexible y tolerante.
No tiene aristas pronunciadas. Por eso es un elemento de;reconciliación.

Una mirada al lago




Así viviremos junto a ese lago solitario nuestras propias experiencias y entraremos en contacto con la propia alma.
El lago nos mira y nos hace abrir los ojos para que nos asomemos a la profundidad de nuestro ser y descubrir allí la esencia de nuestra alma.
Es un idilio entre el lago y nosotros.


Contemplamos el fluir del río


El fluir del río 
El murmullo de un pequeño arroyo ...tiene en sí algo tranquilizador.



Ante nuestros ojos continúa fluyendo y desvaneciéndose y cobramos conciencia de que el río que estamos contemplando lleva milenios fluyendo.
Fluye y fluye, sin embargo mantiene su misma personalidad, es el mismo, aunque sus aguas están en constante cambio.
Y que pese a todos los obstáculos que encuentra llega a su meta, que es entregar generosamente su agua al mar.



Igualmente el mar ejerce en las personas una fascinación singular. Podemos permanecer horas y horas sentados a la orilla sin cansarnos de contemplar la extensión y la fuerza del mar.



Como las olas se levantan y luego rompen, produciéndose un espectáculo sublime al ver como el agua se agita, transmitiéndonos energías fabulosas. También al caminar por la playa y exponernos a los bramidos del mar, nos resulta relajante y sanador ya que somos participes de la infinitud. 


Una mirada a los lejanos horizontes de una fraternidad sin reservas.





Solía soñar...
Solía contemplar más allá de las estrellas.
Ahora no sé en donde estamos.
Aunque sé que nos hemos alejado
¿Qué hay del amanecer?¿Qué hay de la lluvia? 
¿Qué hay de todas las cosas…que dijeron íbamos a ganar? 
¿Qué hay de todas las cosas…que dijeron que eran suyas y mías? 
¿Alguna vez te has detenido a ver...la Tierra que grita, las costas que lloran? 
¿Qué le hemos hecho al mundo?
¿Qué hay de los campos de floración? 
¿Qué hay de todos los sueños…que dijeron que eran suyos y míos? 
¿Alguna vez te has detenido a ver... ¿qué hay del ayer?
¿Qué hay de los mares? los Cielos están cayendo
¿Qué hay de la Tierra que sangra?¿No podemos sentir sus heridas?
¿Qué hay del valor de la naturaleza?...Es la matriz de nuestro planeta 
¿Qué hay de los animales?¿Qué hay sobre eso?
¿Qué hay de los elefantes?¿Hemos perdido su confianza?
 ¿Qué hay de las ballenas que gritan?¿Qué hay de los estragos del mar?
¿Qué hay de los rastros de los bosques… que han ardido a pesar de nuestras peticiones?
¿Qué hay del hombre común?¿Qué hay de nosotros? 


2 comentarios:

  1. Bellísimo tu blog, palabras e imágenes conforman un hermoso paisaje que regocija el alma y los sentidos. Un verdadero disfrute haber encontrado este lugar.

    Saludos
    REM

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    Respuestas
    1. Muchas gracias!!!...REM.
      Un verdadero placer también...encontrarme con tus palabras...un abrazo muy cordial...desde la distancia,
      Con todo mi afecto.´
      Rafa

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